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Salud de la piel: parte esencial del cuidado de la continencia

A medida que envejecemos, nuestra piel se vuelve naturalmente más frágil. Como consecuencia, se vuelve más propensa a las infecciones y la irritación, y es sensible a la humedad excesiva y al contacto prolongado con la orina o las heces. Para ayudar a proteger la piel frágil frente a lesiones y prevenir infecciones, la salud de la piel debe ser siempre una parte esencial de una rutina eficaz de cuidados de la continencia.

Cómo afecta la incontinencia a la salud de la piel

Unos cuidados de la continencia deficientes, como el uso de absorbentes o productos para el cuidado de la piel inadecuados y unas rutinas de higiene incorrectas, pueden causar problemas de salud cutánea. Esto se debe a que la sensible zona perineal está más expuesta a la orina, las heces, los jabones fuertes y la fricción de la piel.

Cuando las capas externas de la piel entran en contacto prolongado con la orina o las heces, se daña la barrera protectora de la piel y puede producirse una inflamación cutánea denominada dermatitis asociada a la incontinencia (DAI). La DAI afecta a las capas externas de la piel, mientras que las lesiones por presión comienzan en las capas más profundas de la piel y aparecen desde dentro hacia fuera. Las lesiones por presión suelen aparecer sobre prominencias óseas o bajo dispositivos médicos. La DAI supone un riesgo de infecciones cutáneas y las IP.

Cuando la piel está húmeda, también existe un mayor riesgo de heridas por cizallamiento, ya que la piel húmeda experimenta una mayor fricción contra el material que la piel seca. Por ejemplo: si la piel entra en contacto con ropa, productos para la incontinencia o la superficie resistente de una cama o una silla.

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Encontrar el equilibrio adecuado

Una humedad excesiva o insuficiente puede alterar rápidamente el equilibrio natural de la piel y provocar problemas de salud. La piel excesivamente seca es más frágil y puede agrietarse, descamarse y picar, lo que puede provocar irritaciones e infecciones. La sequedad cutánea también puede deberse al uso de jabones fuertes. La limpieza frecuente con agua y jabón altera la integridad de la piel, reduciendo su capacidad para prevenir infecciones. Los jabones contienen ingredientes limpiadores llamados tensioactivos que pueden causar irritación si permanecen en la piel, incluso después de aclararla. En cambio, los productos sin aclarado dejan una fina capa de emulsión que reconforta y calma la piel.

Un nivel bajo de hidratación en la capa superficial puede provocar sequedad y descamación, mientras que una piel demasiado hidratada la hace más permeable y susceptible a virus y bacterias. La única forma de mantener la salud de la piel es encontrar el equilibrio adecuado y asegurarse de que sus cuidadores dispongan siempre de los productos y las rutinas de cuidado de la piel que mejor se adapten a sus necesidades individuales.

Tres pasos para mejorar la salud de la piel

En TENA, nuestra amplia experiencia en el cuidado de la continencia nos ha enseñado que los tres principios más importantes para mantener la salud de la piel son: Mantener la piel seca. Mantenerla limpia. Mantenerla protegida

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