Unos cuidados de la continencia deficientes, como el uso de absorbentes o productos para el cuidado de la piel inadecuados y unas rutinas de higiene incorrectas, pueden causar problemas de salud cutánea. Esto se debe a que la sensible zona perineal está más expuesta a la orina, las heces, los jabones fuertes y la fricción de la piel.
Cuando las capas externas de la piel entran en contacto prolongado con la orina o las heces, se daña la barrera protectora de la piel y puede producirse una inflamación cutánea denominada dermatitis asociada a la incontinencia (DAI). La DAI afecta a las capas externas de la piel, mientras que las lesiones por presión comienzan en las capas más profundas de la piel y aparecen desde dentro hacia fuera. Las lesiones por presión suelen aparecer sobre prominencias óseas o bajo dispositivos médicos. La DAI supone un riesgo de infecciones cutáneas y las IP.
Cuando la piel está húmeda, también existe un mayor riesgo de heridas por cizallamiento, ya que la piel húmeda experimenta una mayor fricción contra el material que la piel seca. Por ejemplo: si la piel entra en contacto con ropa, productos para la incontinencia o la superficie resistente de una cama o una silla.