¿Dormir desnudo es bueno? Sí, lo dice la ciencia

Si crees que dormir desnudo es una extravagancia, estás completamente equivocado. Uno de cada tres adultos lo hace, según un estudio internacional de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos. Y no solo es cuestión de gusto o comodidad, sino que la ciencia advierte que tiene probados efectos beneficiosos para la salud.

1. Protege tu esperma

Investigadores de la Universidad de Stanford siguieron durante un año a 500 hombres, cada uno de los cuales tenía sus propios hábitos de sueño y la elección de ropa interior. Cuando analizaron la calidad de los espermatozoides de cada uno de ellos, descubrieron que los hombres que dormían con pijama o ropa interior ceñida tenían un índice de ADN dañado en su esperma de un 25 por ciento mayor que los varones que dormían con ropa interior más holgada o directamente desnudos.

Según las conclusiones del trabajo, los hombres que aumentan la temperatura de sus testículos, ya sea por la exposición al calor en el trabajo o por usar ropa interior ajustada, tienen una calidad de semen más pobre en comparación con los hombres cuyos testículos están más fríos.

2. Quema más calorías

Un estudio publicado en la revista “Diabetes” concluyó que las personas que duermen sin ropa en una habitación de temperatura fresca, pero no fría, presentan niveles estables de glucosa en la sangre y más sensibilidad a la insulina.

De la misma forma, dormir sin ropa y a temperatura fresca ayuda a quemar el exceso de calorías porque obliga al cuerpo a generar calor. Esto activa la llamada “grasa marrón”, involucrada en la variación de peso corporal, con lo que consecuentemente se perderá peso más rápidamente que al dormir en una habitación cálida.

Y más: al dormir mejor, reduces tus niveles de estrés y no te levantas con un apetito voraz desde primeras horas del día. ¿Te has parado a pensar que con un sueño reparador tienes menor hambre?

3. Baja la presión arterial

Al estar acostado en la cama desnudo con tu pareja generas una especie de impulso en la oxitocina, conocida como “la hormona del amor” y que tiene muchos beneficios para la salud. El contacto piel con piel envía unos impulsos al cerebro que desencadenan esa liberación de oxitocina que tiene un efecto protector sobre el corazón

De esta forma, se reduce la presión arterial, estimula el sistema inmunológico y reduce la ansiedad. Todo un tres en uno realmente prodigioso.

4. Mejora tu vida amorosa

Las personas que duermen como vinieron al mundo tienen vidas amorosas más felices, según una encuesta realizada por una empresa de sábanas entre 1.000 adultos británicos. Y un dato sorprendía todavía más: el 57 por ciento de los que dormían desnudos manifestaban estar contentos o muy contentos con su relación en comparación con el 48 por ciento manifestado entre quienes usaban pijamas. 

Y ya en el punto anterior vimos lo que pasa con la oxitocina y el efecto que tiene en la vida en pareja. Aquello de que “el roce hace el cariño” permanece más vigente que nunca. ¿Hace falta insistir?

5. Potencia la calidad del sueño

Es un hecho absolutamente científico y demostrable. Para conciliar el sueño, la temperatura corporal central debe descender aproximadamente medio grado. Y para permanecer dormido, esa temperatura corporal ideal necesita ser regulada porque de lo contrario nuestro cerebro activará las alarmas y se activará en vez de reposar. 

La ventaja de dormir desnudo es que es más fácil para nuestro cuerpo enfriarse más rápido y mantener esa temperatura corporal más baja que el cerebro desea alcanzar para realizar sus funciones vitales de regeneración. 

La interrupción del sueño por tener calor no necesariamente significa menos horas de sueño en general, pero sí que el sueño será menos profundo y reparador, algo que según todos los expertos es clave para la fortalecer los mecanismos de preservación de la memoria y la reparación celular. 

Igual hay que empezar a plantearse eso de dormir con sudadera (se llamará así por algo), y más si se hace con compañía, una fuente de calor a escasos centímetros de distancia. No está de más aquello de acomodarse en su regazo cuando necesitas calor y retirarse cuando su brazo comience a sudar sobre el nuestro.