Las pérdidas de orina durante el día, y a veces por la noche, pueden ser un signo de por rebosamiento. Sucede cuando la vejiga no se vacía completamente y la orina la vuelve a llenar muy pronto. Para compensarlo, se producen escapes de orina. Uno de los síntomas cuando se tienen problemas para vaciar la vejiga, como la , es la dificultad para empezar a orinar. Por lo general, la no supone un problema, pero el chorro no es igual que antes. Además, es posible que haya que ir con más frecuencia, incluso por la noche.
¿Por qué se produce?
La urinaria por rebosamiento puede deberse a una obstrucción uretral (agrandamiento de la , retención fecal, etc.) que dificulta el paso de la orina. También puede estar causada por la inactividad del músculo vesical, que impide apretar adecuadamente para vaciar la vejiga. Un músculo vesical inactivo puede estar ocasionado por un daño neurológico en los nervios que controlan la vejiga (diabetes, esclerosis múltiple o una lesión) o debido a los efectos secundarios de ciertos medicamentos.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Si tienes dificultad para vaciar la vejiga adecuadamente, es importante que busques ayuda profesional para evitar que la orina acumulada en la vejiga ejerza presión sobre ella y el tracto urinario, lo cual también podría afectar a los riñones. Puedes consultar a un médico o a un enfermero especializado en . Haz un registro de tus hábitos para ir al baño y la actividad de la vejiga un par de días antes de la cita. Es una buena forma de prepararse para la visita y a tu profesional sanitario le resultará más fácil hacer un diagnóstico.
Para ello, tu médico te hará un reconocimiento físico. Puede que tras los resultados de esta exploración te deriven a otros especialistas, como el urólogo (un médico especializado en enfermedades del tracto urinario) o neurólogo, en caso necesario. Una vez establecido el diagnóstico, tu médico sabrá cuál es el tratamiento adecuado para ti.
Soluciones temporales
Si tienes problemas para vaciar la vejiga, existen una serie de soluciones que te pueden ayudar a conseguirlo.
Posición
Asegúrate siempre de adoptar una posición correcta que facilite el vaciado de la vejiga y que estés sentado cómodamente en el inodoro con los pies bien apoyados. Intenta vaciar la vejiga dos o tres veces para vaciarla por completo. En primer lugar, siéntate y orina como de costumbre. Después, cuando termines, ponte de pie y vuelve a sentarte. Esto favorece la eliminación de más orina.
Uso de una sonda
Puede que tu médico decida utilizar una sonda para conseguir vaciar la vejiga por completo. Una sonda es un tubo de plástico flexible y muy delgado que se introduce con cuidado en la uretra hasta llegar a la vejiga para ayudar a que se vacíe.
Si utilizas una sonda, la recomendación general es vaciar la vejiga a intervalos regulares. Tu médico o enfermero puede enseñarte a autosondarte. Se trata de un procedimiento bastante sencillo que se puede realizar discretamente en el trabajo o en otras situaciones de carácter social dado que las sondas de uso único son tan pequeñas que caben en el bolsillo y son fáciles de desechar tras el uso.
¿Qué más?
Asegúrate de defecar regularmente para evitar el estreñimiento. Es posible tratar la obstrucción con medicamentos, pero si no funcionan la cirugía es otra opción. Otra de las medidas que puedes adoptar fácilmente es el uso de compresas o ropa interior para la que atrapen las pérdidas de orina y eviten que manches la ropa.
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