Nuestra misión es reducir el impacto medioambiental de nuestros productos y servicios, mejorando a la vez la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. Nuestra principal herramienta para lograrlo es la evaluación del ciclo de vida, un método basado en estándares internacionales mundialmente reconocido, que mide el impacto de nuestros productos en cada fase de su ciclo de vida.
El ciclo de vida de un producto TENA consta de cinco fases: materias primas, fabricación, transporte, uso y posconsumo. Aparte del uso, que depende de ti, todas estas fases contribuyen a un porcentaje de la huella de carbono de nuestros productos. A continuación, explicamos cómo los fabricamos y cómo mejoramos la huella de carbono en cada fase, gracias a nuestro trabajo con la evaluación del ciclo de vida.
