Existen patologías entre cuyos síntomas se encuentra la urinaria. Los daños neurológicos son los que incluyen más problemas de IU. Y es que el aparato urinario también depende del sistema nervioso para funcionar de forma correcta, porque son los nervios los encargados de transmitir al cerebro el mensaje de que la vejiga está llena.
Por otra parte, el sistema nervioso también garantiza que los músculos pélvicos sepan que el cerebro considera que es el momento de contraerse o relajarse. Patologías directamente relacionadas con el sistema nervioso como Parkinson, Ictus, esclerosis múltiple y algunos tipos de lesiones cerebrales pueden provocar la falta de control sobre la vejiga o la imposibilidad de vaciarla por completo.
IU y otras enfermedades
Existen determinadas patologías que pueden provocar urinaria de forma circunstancial y desaparecer cuando se trata la patología subyacente. Esto ocurre, por ejemplo, con las infecciones del tracto urinario. Las bacterias responsables de la infección pueden provocar irritación en la vejiga y presión sobre ésta y el suelo pélvico.
Y también se dan determinados factores que propician la IU como:
- Diabetes. Las mujeres diabéticas son más propensas a sufrir incontinencia urinaria por rebosamiento, porque está asociada a una cantidad de orina muy grande, debido a los niveles altos de azúcar en sangre.
- Obesidad. La grasa abdominal ejerce presión sobre el suelo pélvico y la vejiga.
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