Los efectos negativos de la afición al fútbol para la salud

¿Por qué los hinchas de un equipo de fútbol se transforman cuando ven un partido? La ciencia tiene la respuesta a esa pregunta: te contamos cómo afecta esta afición al cuerpo y al cerebro.

Nervios, emoción, saltos de alegría... Ver un partido de fútbol tiene efectos sobre la salud que son buenos para ti y los tuyos: presenciar este evento con amigos o familiares es algo muy emocional, que permite crear lazos entre las personas que lo disfrutan juntas. Los estímulos que llegan a través de los sentidos (gritos, abrazos, gestos de ánimo) movilizan una serie de sustancias en el sistema nervioso que modulan nuestras sensaciones o actitudes:

-         La dopamina, relacionada con el dispositivo de recompensa cerebral, provoca que centrarte en el partido lo abarque todo y que las demás actividades sean secundarias.

-          La serotonina mejora el estado de ánimo y convierte todo lo relacionado con este deporte en mensajes positivos.

-          Las endorfinas crean una sensación de bienestar: el cansancio, los problemas y el dolor se desvanecen mientras dura el evento.

Los otros efectos (no tan positivos) de ver fútbol

Seguro que en más de una ocasión le has dicho a un amigo, mientras increpaba a un jugador o al árbitro de un partido de fútbol: “no te pongas así, que te va a dar un infarto”. Por supuesto, se trata de una frase hecha: no todas las personas tienen las mismas posibilidades de que esto ocurra; normalmente, hay factores previos (hipertensión, diabetes, sedentarismo, tabaquismo...) que anuncian el riesgo. Pero el conjunto de emociones que se desencadenan en nuestro organismo cuando vemos este deporte influye en nuestra salud de varias formas.

 

El estrés provoca que la tensión arterial se eleve. Los latidos del corazón y el ritmo de la respiración se aceleran, la sangre se redistribuye a órganos vitales (cerebro, hígado y riñón), lo que  como consecuencia una mayor palidez, pérdida de empatía y agresividad. Si en esta situación hay antecedentes coronarios, la posibilidad de que se desencadene una crisis cardiaca o un accidente cerebrovascular aumenta.

 

Más allá de la parte física, la identificación excesiva con un equipo puede traer consecuencias como ansiedad, falta de sueño, peor rendimiento en el trabajo o reacciones emocionales desproporcionadas. Aunque, insistimos, se trata de los casos más extremos. Ahora que ya sabes cómo afecta ver fútbol a tu salud... ¿estás listo para disfrutar del partido?

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