Si se tiene tendencia a acumular líquidos y se sufre enuresis nocturna, hay que tratar de combatir ese problema. Durante el día, evitando a toda costa el sedentarismo, con el uso de medias de compresión, tomando suficiente líquido y reduciendo el consumo de sal.
Al llegar a casa por la tarde, conviene poner los pies en alto y realizar movimientos de rotación con los tobillos, incluso masajear las piernas de abajo arriba, siempre en dirección al corazón, para favorecer la circulación de retorno, algo a lo que también ayudan las duchas con presión en las que se alternan los chorros de agua fría y de agua caliente.
Eliminar correctamente la acumulación de líquidos puede reducir la incidencia de los casos de enuresis nocturna.