Es un hecho absolutamente científico y demostrable. Para conciliar el sueño, la temperatura corporal central debe descender aproximadamente medio grado. Y para permanecer dormido, esa temperatura corporal ideal necesita ser regulada porque de lo contrario nuestro cerebro activará las alarmas y se activará en vez de reposar.
La ventaja de dormir desnudo es que es más fácil para nuestro cuerpo enfriarse más rápido y mantener esa temperatura corporal más baja que el cerebro desea alcanzar para realizar sus funciones vitales de regeneración.
La interrupción del sueño por tener calor no necesariamente significa menos horas de sueño en general, pero sí que el sueño será menos profundo y reparador, algo que según todos los expertos es clave para la fortalecer los mecanismos de preservación de la memoria y la reparación celular.
Igual hay que empezar a plantearse eso de dormir con sudadera (se llamará así por algo), y más si se hace con compañía, una fuente de calor a escasos centímetros de distancia. No está de más aquello de acomodarse en su regazo cuando necesitas calor y retirarse cuando su brazo comience a sudar sobre el nuestro.