Cuando hay que cambiar los productos para la incontinencia, es normal sentirse incómodo. Pero si lo haces con delicadeza y respeto, tanto tú como tu ser querido os sentiréis más confortables. Saber cómo cambiar correctamente los absorbentes a tu ser querido hará que el proceso sea más rápido y fluido y minimizará la vergüenza que él o ella pueda sentir.
La frecuencia con la que debe cambiarse un absorbente depende de la persona y de su grado de incontinencia. Una persona con piel sana y problemas de movilidad puede preferir cambios menos frecuentes, mientras que una persona con piel frágil o incontinencia intestinal necesitará más cambios.
Cuando lleve puesto el producto, asegúrate de que está bien ajustado para evitar molestias, rozaduras en la piel y sobre todo escapes.