Cuidados e incontinencia nocturna: cómo mejorar el sueño de tu ser querido y el tuyo propio

Mujer leyendo en la cama

El sueño es increíblemente importante para nuestra salud. Es tan importante como la dieta y el ejercicio. Pero, cuando se cuida a alguien que sufre o que necesita ayuda para mantenerse erguido, garantizar una buena noche de sueño puede ser todo un reto. Afortunadamente, existen estrategias para haceros la vida más fácil a ambos. Te proponemos algunas medidas que puedes adoptar para minimizar las interrupciones del sueño y hacer que tu rutina de cuidados nocturnos sea más eficaz.

Descarta una afección tratable

Con la edad, nuestro cuerpo experimenta numerosos cambios que pueden provocar la necesidad de vaciar la vejiga con más frecuencia durante la noche. El sueño se hace más corto, la función renal disminuye y la vejiga se vuelve menos elástica. Sin embargo, a veces la culpa puede ser de un trastorno tratable. Si sospechas que este es el caso, consulta a tu médico de cabecera para descartar una infección del tracto urinario u otra afección que pueda responder al tratamiento.

Planifica tu tarea y adapta su rutina diurna a la nocturna

No tiene sentido desvelarte con preocupaciones por el cuidado de tu familiar. Un truco para desconectar puede ser reservar un momento del día para reflexionar y planificar. Escribe una lista de tareas para el día siguiente. Sabiendo que tienes todo bajo control, puede que seas capaz de dejarte llevar y conciliar el sueño.

Se trata de medidas aparentemente obvias, como evitar la cafeína y la ingesta excesiva de líquidos antes de acostarse y asegurarse de vaciar los intestinos y la vejiga, pero pueden suponer una gran diferencia. Si la persona a la que cuidas se echa la siesta durante el día, asegúrate de que no duerma tanto tiempo como para que le impida dormir por la noche.

Además, intenta mantener constante el ciclo de sueño y anímale a que se acueste a la misma hora todas las noches. Los medicamentos, como los diuréticos, también pueden aumentar la sed y la ingesta de líquidos. Si esto provoca la necesidad de ir al baño varias veces, pide al médico que sustituya estos fármacos o que se los administre durante el día.

Fomenta hábitos que favorezcan el sueño y evita posibles peligros

Estate atento a las pautas que puedan interferir en un buen descanso nocturno. ¿Incluye la rutina diaria de tu ser querido suficiente ejercicio y aire fresco? ¿Existen fuentes de dolor o irritación que puedan contribuir al insomnio? Si es así, puede ser el momento de revisar el tratamiento analgésico.

Presta atención a las actividades nocturnas que realizáis. ¿Es demasiado estimulante ver la televisión antes de acostarse? Tal vez esa copa de vino tardía pueda sustituirse por estiramientos, lectura o música tranquila para favorecer un estado de ánimo más relajado.

Un viaje al baño en la oscuridad puede provocar fácilmente un accidente. Colocar una silla de noche junto a la cama puede aumentar la seguridad y simplificar todo el proceso. Por otra parte, instalar luces con sensor de movimiento ayudará a tu familiar mayor a ver por dónde va cuando necesite ir al baño de madrugada. Asegúrate de despejar el camino hasta el destino y elimina alfombras y otros objetos que puedan provocar resbalamientos. 

Crea un ambiente favorable para el sueño

Recuerda que tu sueño también es importante. Si es necesario, duerme en una habitación separada de la de tu ser querido. Ambienta tu habitación de forma que te provoque conciliar el sueño, libre de estímulos que puedan causen ansiedad o estrés. Si es necesario, utiliza un vigila bebés para estar en contacto con tu ser querido durante la noche. Si su demencia está avanzada y el "vagabundeo" nocturno es un problema, considera la posibilidad de instalar una alarma junto a la cama que te avise si se levanta y sale de su habitación.

Garantiza una gestión intestinal sana

Las pérdidas fecales nocturnas pueden ser frustrantes y embarazosas. En las personas mayores, el contacto con las heces daña rápidamente su piel. Vaciar el intestino, durante el día, ayuda a minimizar el riesgo de pérdidas fecales durante la noche. Si el problema es la disentería, el médico puede recetar medicamentos para favorecer la formación de heces más firmes. 

Por otra parte, el estreñimiento puede responder a cambios en la dieta, como el aumento de la ingesta de líquidos y alimentos ricos en fibra. El ejercicio, destinado a fortalecer los músculos del suelo pélvico, también puede ayudar a mantener unos movimientos intestinales saludables.

Cuida su piel frágil

Las molestias de una afección cutánea pueden tener un fuerte impacto en el sueño y, en algunos casos, contribuir a aumentar la necesidad de orinar por la noche. Para ayudar a mantener el bienestar de la piel, TENA ha desarrollado un enfoque en tres pasos para las personas que padecen .

  • Mantén su piel seca utilizando productos TENA ProSkin que absorben rápidamente los líquidos para reducir la humedad de la piel, tanto de día como de noche.
  • Mantén su piel limpia con las y cremas limpiadoras TENA ProSkin.
  • Protege su piel aplicando TENA ProSkin Zinc Cream para pieles sensibles o TENA Barrier Cream para eliminar la acción de factores irritantes.

Confort, apoyo y protección

Es posible que no puedas controlar la nocturna de tu ser querido, pero puedes hacer que la experiencia sea mucho menos desagradable. Asegúrate de que el producto para la incontinencia tiene la absorbencia suficiente para durar toda la noche; y de que lo utilizas correctamente para evitar irritaciones cutáneas y fugas en la ropa de dormir o la ropa de cama. Si continúan produciéndose fugas, intenta descubrir la causa. ¿La capacidad de absorción del producto es demasiado baja? ¿Se ha aflojado el producto o se ha tocado durante la noche? En este caso, puede ser necesario acolchar la cama o incluso impermeabilizar el colchón.

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