Cuando crees un plan de higiene para tu ser querido, debes tener en cuenta las diferentes tareas, como ir al baño, ducharse, lavarse los dientes o la dentadura postiza, peinarse, afeitarse y el cuidado de las uñas.
Mucha gente prefiere mantener una sensación de independencia en temas relacionados con el cuidado personal y la higiene. Algunas personas solo necesitan un pequeño recordatorio, mientras que otras requieren un poco de ayuda con aquellas tareas que les resultan complicadas. Y otros puede que necesiten asistencia total. Intenta descubrir las preferencias de tu ser querido y adaptar el plan de higiene a sus necesidades específicas, hábitos, capacidades y deseos. Tener en cuenta estas cuestiones puede servir de ayuda:
- ¿Con qué frecuencia le gusta bañarse o ducharse?
- ¿Cada cuánto tiempo le gusta lavarse el pelo?
- ¿Prefiere lavarse por la mañana o por la noche?
- ¿Qué tipo de productos prefiere?
- ¿Tiene alergia a algún producto?
Crear una ficha que detalle las tareas de cuidado personal, con qué frecuencia se realizan y qué productos hay que utilizar puede ser una buena forma de organizarse.