Hay un ámbito de los cuidados en el que tú puedes marcar una gran diferencia para el bienestar de tu ser querido: el cuidado de la piel.
Una piel sana es importante para todos. Con el paso de los años, nuestra piel envejece y se vuelve más frágil y propensa a sufrir lesiones. La irrita la piel, haciéndola más vulnerable a dermatitis, infecciones y erupciones. Los escapes de orina también provocan mal olor. Y pese a lo que puedas creer, el lavado frecuente con agua y jabón daña la piel aún más.