Una rutina paso a paso para la higiene de tu ser querido
Una buena rutina de higiene personal ayudará a tu ser querido a sentirse limpio, cómodo y seguro. Además, podrás prevenir irritaciones e infecciones cutáneas. Para mantener la independencia del paciente, es bueno proporcionarle ayuda sólo para aquellas acciones que no pueda hacer por sí mismo. Te proponemos seis sencillos pasos para ayudar a tu ser querido a llevar a cabo su rutina, sobre todo si no puede mantener sus niveles de higiene personal por sí solo, debido a problemas de movilidad, destreza u otros.
Crea el entorno más adecuado
Reúne todos los productos que necesitarás con antelación. Asegúrate de que la habitación está caliente y explícale a tu ser querido el proceso que seguirás paso a paso para su higiene.
Mantener la dignidad
Lavarse es una actividad muy íntima, así que se sensible y asea a tu ser querido, en la medida de lo posible, de forma discreta para que no sienta vergüenza. No descubras todo su cuerpo de una sola vez, por ejemplo.
Comprueba el estado de salud de la piel
Busca nuevos desgarros en la piel o signos de ruptura cutánea. Presta especial atención a las zonas óseas y a los pliegues cutáneos.
Empieza siempre por la cara
Empieza lavando la frente, las mejillas, las fosas nasales y el contorno de la boca. Una vez limpia la cara, pasa a lavar las orejas y no olvides lavar su cabeza por detrás.
Pasa al lavado corporal
Lava la parte superior del cuerpo de tu ser querido, incluyendo el cuello, la espalda, las axilas, el vientre y el ombligo. Asegúrate de que la zona bajo los pechos y los pliegues cutáneos están limpios y secos, ya que pueden irritarse. A continuación, lava las piernas y los pies.
Termina con la zona genital
Antes de empezar a lavar la zona genital, asegúrate de que tu ser querido se siente cómodo contigo. Lávate siempre de delante hacia atrás para evitar la contaminación por residuos fecales.
Consejos para mantener a tu ser querido limpio, cómodo y seguro
Limpia y seca la piel
Asegúrate de lavar entre las piernas de tu ser querido con un limpiador suave sin jabón, como TENA Wash Cream.
Evita el agua y el jabón
Lavar las zonas íntimas con agua y jabón altera el pH natural de la piel y la hace vulnerable a las infecciones.
Utiliza productos suaves para el cuidado de la piel
Utiliza soluciones para el cuidado de la piel sin aclarado que no necesiten agua, como TENA Wash Cream o TENA Wet Wipes.
Utiliza materiales suaves
Los paños tradicionales son demasiado ásperos para la piel sensible; prueba a utilizar las toallitas y los guantes de limpieza suaves de TENA.
Hidrata la piel
Mantén hidratada la piel de tu ser querido. Utiliza a diario cremas, lociones o aceites por todo el cuerpo.
Prueba a usar TENA Wet Wipes
TENA Wet Wipes limpian, restauran y protegen en un solo paso, sin utilizar agua.